La administración tributaria puso bajo su radar a más de 1.5 millones de contribuyentes en el Perú que será calificados en cinco rangos. Conoce todos los detalles aquí.
La Sunat anunció el inicio de la "marcha blanca"
del perfil de cumplimiento.
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria (Sunat) dio a conocer los primeros resultados del
“Perfil de cumplimiento” de las empresas. Así, se reportó que más de 317
mil empresas en
el país registran niveles de cumplimientos bajos. Es decir, fueron “jaladas”
por la administración tributaria.
Esta medida de perfilamiento busca elevar el nivel de
cumplimiento voluntario de los contribuyentes de
tercera categoría al otorgarles una calificación frente a sus obligaciones
tributarias, aduaneras u otros conceptos no tributarios administrados.
“Lo que se busca con el perfil de cumplimiento es que los
propios contribuyentes reciban alertas de información, datos que los hagan
tomar buenas decisiones y mejorar su cumplimiento tributario y aduanero”,
señaló Gerardo López, superintendente nacional de la Sunat.
La administración espera tener un nivel de cobranza del 10%
sobre un “universo aproximado de S/8,000 millones”. Es decir, con
la mejora de estos cumplimientos recaudaría alrededor de S/800 millones anuales
adicionales.
Segmentación
En este perfil de cumplimiento, una suerte de “central de
riesgo”, tal como había adelantado Gestión, se
establecen cinco calificaciones, que van del A al E en el rango de
“nivel de cumplimiento muy alto”, “alto”, “medio”, “bajo” y “muy bajo”. A
partir de estas, la Sunat ofrecerá tratamientos diferenciados
en sus diversos procesos, brindando facilidades o aplicando restricciones.
La “primera foto” de esta clasificación muestra que, de
un total de 1.55 millones de empresas peruanas en el radar, solo un 37.1%
cuenta con, al menos, un nivel de cumplimiento alto.
La mayoría (un 42.8%) de contribuyentes está en el nivel
“medio”, que contempla “incumplimientos formales y/o sustanciales medios
esperando su mejora o con antigüedad inferior a los seis meses”.
En tanto, más del 20% registra un nivel “bajo” o “muy bajo”.
Aquí se encuentran las más de 317,000 mencionadas. En detalle, de estas, la
situación más crítica la viven 7,750 empresas.
La metodología
Para este calificación, José Peña, intendente
nacional de Estrategias y Riesgos de la Sunat, explicó que aplicaron una
metodología que está compuesta por un algoritmo de casi 500 variables. Se
considera los últimos 12 meses de actividad.
En el caso de los nuevos contribuyentes, ingresan
directamente a la categoría “medio” (C) al carecer de información positiva o
negativa. Mientras que los resultados en ciertos indicadores, como estar
condenado por delitos tributario o aduanero o ser sujeto sin capacidad
operativa (es decir, es proveedor de facturas falsas) implican una
clasificación directa negativa.
“No hay necesariamente una escala [en la calificación].
Dependiendo de la ubicación de ciertos incumplimientos podría moverse. Estas
casi 500 variables se ven impactadas por dos ponderaciones. La primera es el
grupo donde se encuentran, es decir, si están vinculadas a incumplimientos de
pagos, declaraciones o control. Además, se impactan por la gravedad: leve,
media, grave o muy grave. Así, lo que mueve [la calificación] es el resultado
en el cumplimiento de pagos de obligaciones y de declaraciones”, precisó
Peña en diálogo con Gestión.
El resultado de este primer perfilamiento también refleja
que el principal incumplimiento estuvo relacionados a los pagos con más del 77%
de incidencia, seguida de las declaraciones (9.7%), veracidad (5%) e
inscripción (4.7%).
“El principal incumplimiento es en el pago: explicado en
pagos fuera de plazo o no están cumpliendo con su obligación o pérdidas de
fraccionamiento. Tenemos también relacionados a la declaración: no la hacen en
el plazo o hacen caso omiso a la declaración de pago. Aquí también están las
vinculadas a la seguridad social. En tanto, los de veracidad responde al
control de la administración, aquellos donde se fiscaliza y hay un tributo
omitido”, comentó Peña.
El intendente nacional de Estrategias y Riesgos de la Sunat
también mencionó que está incidiendo en las malas calificaciones de las
empresas que la administración pida cierta información sobre regularización de
pagos y no se cumpla.
La “marcha blanca”
Estos resultados fueron presentados en el marco del anuncio
del inicio de “marcha blanca” del perfil de cumplimiento. Desde el mes
pasado, los contribuyentes pueden visualizar en su propia cuenta de la
Sunat su respectiva calificación. El primer análisis corresponde al
trimestre abril-junio. Este período de prueba durará 12 meses y las
actualizaciones de las calificaciones se realizarán de manera trimestral.
“[Con esta medida] se está buscando la eficiencia de la
administración tributaria. ¿Por qué? Con su clave SOL, el contribuyente puede
decir ‘no estoy de acuerdo con esta calificación porque me has indicado que
estoy en falta en estos puntos, pero ya he presentado [solicitudes] de
rectificaciones, formularios de error, entre otros, para que se revise’. Ahora,
todos los trámites que estén pendientes van a tener que ponerse al día y así
tener una buena calificación”, precisó Peña. “Ya cada contribuyente viene comunicándose
con nosotros diciéndonos ‘acá no debe ser así’ y nosotros retroalimentamos”,
agregó.
De esta manera, será en julio del 2025 que los perfiles de
cumplimiento tendrán efectos tributarios. Es decir, se aplicarán facilidades
para estos contribuyentes de tercera categoría o restricciones en los
procedimientos en el sistema. Desde esta fecha la información del perfil de
cumplimiento de las empresas será de acceso público: podrá ser visualizado al
igual que sus representantes legales, deuda coactiva, entre otros, en el portal
de la Sunat.
“Los contribuyentes tienen todo un año para mejorar sus
conductas y tener una mejor calificación para el próximo año”, indicó Peña.
Sobre las acciones a las que accederán los contribuyentes
según su calificación luego del período de “marcha blanca”, el funcionario
señaló que los que cuenten con nivel “alto” o “muy alto” tendrán acceso a la
detracción para el pago de los derechos de importación, fraccionamientos sin
cuota de acogimiento y mayores plazos, acogimientos a máxima gradualidad en
caso de infracciones, mayor plazo para presentar las declaraciones juradas,
entre otros.
En contraparte, algunas de las limitaciones o “sanciones”
que se impondrán a los que registren cumplimientos “bajo” o “muy bajo” será la
obligación de bancarizar operaciones a partir del 30% del límite general,
requerir autorización de la Sunat para el cambio de domicilio fiscal, menor
cantidad de veces de liberación de fondos de detracciones, mayores plazos de
atención de solicitudes de devolución y solicitud de garantías, por mencionar
algunas.
Análisis
Para Carlos Moreano, director de impuestos
en PPU, el esquema planteado por la Sunat debería ofrecer mayor
fluidez a bien de que sean más ágiles las subsanaciones de los incumplimientos
identificados.
“No veo que haya un canal o ventanilla en la página de la
Sunat para efectuar las subsanaciones, un rubro para que uno pueda presentar
sus descargos. Debería haber un canal en la propia Sunat para que sea más ágil
la subsanación. Esto de hacerlo mediante teléfono o escritos no es tan
amigable”, comentó Moreano.
Otro aspecto que observó Moreano es que esta información sea
de dominio público, pues se viola el principio de reserva tributaria. “La
norma autoritativa no hablaba de este tema [hacer esta información de acceso
público]. Está bien que la Sunat tenga elementos para calificar a sus
contribuyentes, pero nunca se dice de cambios artículos sobre la reserva
tributaria”, subrayó.
Por su parte, Giorgio Balza, asociado principal
de Cuatrecasas, indicó que no se ha contemplado la afectación de
las calificaciones por procesos que son recurrentes en los procesos
tributarios, como impugnaciones y otros.
“Algo que se ha podido ver es que algunas calificaciones, por ejemplo una C, no responden necesariamente a omisiones tributarias o de diligencia, sino porque han realizado una impugnación y el sistema lo procesa como un incumplimiento. Esto es algo que se corregiría durante la marcha blanca”, refirió.
Fuente: Gestión
Fecha: 14/08/2024
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